¿Por qué lo bueno es tan duro? (Ana) +18

La escuché atentamente y me salió una lágrima... Lo que dijo me caló muy hondo, no sabía cómo me podía afectar tanto, pero me hizo la mujer más feliz del mundo con sus palabras.
Me quedé sin habla pero mi cara lo decía todo... Me emocioné como una cría.

La mire y vi como se le escapo una lágrima. Niña, te lo digo de verdad, no se que tienes pero me has atrapado del todo y prometo hacerte feliz, le dije para luego besar sus labios con ternura.

Le acaricié el pelo y sonreí. -Perdona por lo de la lágrima, es que me he emocionado... Me parece tan bonito que todo ocurriera así, y que ya no me sienta sola con mis pequeños saltamontes, me das mucha tranquilidad.
Yo te voy a dar felicidad, seguridad, buenos momentos...- Le dije mientras le seguía sus besos.

Me entra un alegrón de repente. -Lo que quieras, no te voy a presionar en eso, sé que es difícil.- Te doy un beso y me levanto del sofá un momento.
-Será mejor que nos vistamos, si quieres vamos... Si no me quedo aquí contigo todo el día, o nos escapamos.-

La mire y sonrei, no es presión, quiero hacerlo quiero ver esa sonrisa en tu boca cada día y cada segundo.

Luego me dice que será mejor que nos vistamos y que podiamos ir o nos escapabamos. ¿Hasta qué hora tienes libre?, le pregunte mientras yo también me levantaba.

Me alegré cuando dijo que no la presionaba, que quiere hacerlo, y que quería ver mi sonrisa cada día y cada segundo. Luego me preguntó que cuanto tenía libre. -He pedido un día, a si que hasta mañana a las 5 de la tarde, y después del turno de mañana libro 3 días.- Tenía una sonrisa en mi boca maravillosa, no podía dejar de ser feliz en aquellos momentos...

La miré. -Me parece muy bien cariño- Le dí un beso y me volví a tumbar junto a ella, el sofá no era muy grande, pero bastaba para nosotras.
Estaba muy contenta de cómo era ella, y también de cómo había pasado todo esto, rápido y feliz.
También porque me iba a ayudar con mis pequeños...

Se acerco y me beso, luego se tumbo otra vez junto a mi, mire su hermoso cuerpo y no me pude resistir a comenzar a acariciarlo.

Volvió a empezar a acariciar mi cuerpo, y mi corazón volvió a latir con intensidad... Con cada roce me provocaba de todo menos miedo.
-Me encantas...- Pude susurrar mientras apoyaba mi cabeza en su hombro tiernamente.

Tú también lo haces peque, le susurré mientras mis manos se movian hacia sus pechos y los acariciaban con ternura, qué preciosa eres.

Comencé a acariciar su espalda, dándole un pequeño masaje. -Tú te quedas corta con esa palabreja, te quiero rubiales.-

La mire mientras hablaba, luego movi mi cuerpo y la agarré por la cintura girando el suyo mientras nuestras bocas se juntaban en un maravilloso beso de pasión y deseo, mientras la besaba me puse sobre ella y me sente primero sobre su vientre sin dejar de besar sus labios, luego mis manos comenzaron a jugar con sus pechos, mientras ese interminable beso continuaba

Me giró y quedé bajo ella, tumbada en el sofá. Seguimos con el beso mientras ella jugaba con mis pechos, y su boca ahogaba mis gemidos.
Observé cada rasgo de su cara mientras mis manos bajaban por su brazo dándole caricias cariñosas.

Te deseo peque, le susurraba mientrasla besaba y oia levemente sus gemidos, mis manos se movian con suavidad sobre sus pechos mientras notaba sus caricias sobre mis brazos, movi mis caderas hacia abajo haciendo que nuestras zonas íntimas se comenzaran a a acariciar suavemente

Me dijo que me deseaba, y bajo un poco hasta que nuestros sexos se rozaron.
Me mordí el labio inferior y entrelacé mi lengua con la suya y mis manos fueron bajando hasta su vientre en el que comencé a dibujar círculos cariñosos.

Sus manos acariciaban mi vientre y aquello me excitaba, mis manos se entretuvieron en sus pechos mientras nuestras zonas íntimas seguian acariciandose.

Moví la cadera lentamente para excitar nuestros sexos al mismo tiempo y mis manos subieron hasta sus pechos desnudos, que masajearon tiernamente.

Notar sus manos sobre mis pechos me hizo gemir y temblar, mis pezones se pusieron totalmente duros y mi sexo se empezaba a humedecer, aproveche el movimiento de sus caderas para hacer qeu nuestro roce fuese aún más profundo y placentero mientras gemia de placer y gritaba su nombre.

La besé ahogando sus gemidos en mi y ella hizo que el roce fuese más profundo y placentero...
Ella seguía acariciando mis pechos y eso me estaba volviendo a poner a mil... La cogí de los brazos y la puse contra mi entrelazando mis manos por su espalda.

Ana se movio he hizo que nuestros cuerpos se juntaran aún más, podia notar sus crecidos pezones rozando mi cuerpo y ella podia notar lo mismo de los mios, aquello nos estaba poniendo a ambas muy excitadas y nuestras bocas dejaban escapar cada vez más grandes gemidos de placer, nuestras caderas se movian y se buscaban encajando la una en la otra, buscando nuestro placer mutuo

Era como un puzle, estábamos disfrutando mutuamente por el simple echo de pequeños movimientos de cadera, ella encima mío y yo debajo.
Podía notar sus pezones erectos y eso me encantó, estaban duros y se acompasaban en los poros de mi piel...
-Vero... Mmm..-

Oirla decir mi nombre fue increible, Ana....Mmmm, le respondi mientras mi cintura buscaba la suya y mi sexo se rozaba con el suyo cada vez más rápido, nuestras caderas se entrelazaban la una con la otra cada vez con más ansia y deseo, mi boca ahogaba mis gritos en ella y la suya en la mia, notaba como mi cuerpo y el suyo empezaban a temblar

Nos movimos cada vez más rápido excitando nuestro cuerpo entero, temblando a la par... Necesitaba ya un pequeño empujón para llegar al orgasmo, y ella lo podía notar.
Cogí su mano y la puse en mi sexo, estaba ansiosa porque me tocara.