¿Por qué lo bueno es tan duro? (Ana) +18

Después de que Ana saliera de la guarderia, la cogi de la mano y la lleve a mi despacho, cuando llegamos abri la puerta y cuando entramos la cerre para que nadie nos molestara, por un momento quede paralizada con los recuerdos del ataque que hace unos días sufri allí mismo, la mire a los ojos y sin soltarle la mano pasamos a la salita aislada donde habia estado Pedrito aquél fatídico día, asi nadia podria saber desde fuera que estabamos allí.

La mire y admire, lo que sentia por ella era algo diferente a lo que sentia por Maca y a lo que otras veces habia sentido, no era algo tan pasional y lleno de deseo como con Maca.

Puedes ponerte cómoda, le dije con una medio sonrisa.

Entramos en su despacho y fuimos a una salita un poco apartada de todo... Me senté y rápidamente apagué el busca, porque algún compañero tocapelotas es capaz de llamar solamente para fastidiar y ya era la 5ºta llamada que recibía hoy de ellos.
Me dijo que me pusiera cómoda y me senté en una silla que había. Me quedé observando su despacho, ordenado, algo más grande que el mío...
-Tienes un despacho muy bonito.- Sonreí mirándola. Al mirarla me dí cuenta de que algo le pasaba... Me levanté y me acerqué a su rostro. -Oye, que si te pasa algo...-

Ana, esto se me esta haciendo muy díficil, cuando te conoci no pense que podria ser asi. Necesito contarte muchas cosas y saber otras. Sobre tú pregunta, no es nada, es que fue aqui donde me atacaron.

Veras, yo soy una chica normal, tenia mi novio y llevabamos bastante tiempo juntos, poco a poco el cambio, venia enfadado a casa y me golpeaba, me forzaba, dije mientras unas lágrimas aparecian en mi rostro.

Me abrazo a ella por detrás... -Joder, que cabrón. No se como se le puede hacer eso a una persona, y menos a ti hermosura.- Le dí un beso en la cabeza para intentar que se calmara y me quedé junto a ella durante un buen rato.

Se molesto por el comportamiento de mi ex, luego se acerco y me abrazo por detrás, mie cuerpo temblo al sentirla y también cuando beso mi cabeza. Yo le deje,, le denuncie y me vine a Madrd, ambos viviamos en Valencia, cuando vie al Central conoci a Maca, entonces unas lágrimas salieron de mi cara, me pille por ella como una colegiala, yo necesitaba cariño y protección y ella me lo daba todo, fuimos despacio por su hijo, es encantador, Maca me robo todo, ella y Pedrito despertaron cosas en mi que ni sabia que tenia, luego ella se fue, temas de familia y con su ex, no se si volverá jamás, n medio aparecio mi ex y no se como encontro mi casa y se instalo en ella, el sufrimiento volvio, ni siquiera se lo pude decir a Maca, y me aleje de ella, tenia miedo de que les hiciera daño a ellos también. Luego el otro día un paciente me ataco aqui y estaba sola con el pobre Pedrito en esta habitación, por lo menos él no pudo oir ni ver lo que paso, esta sala esta aislada.

Me siento mal por lo de mi ex y ese ataque, el otro en el centro comercial, le vi a mi ex y por eso sali corriendo, sino es por ti ahora no se donde estaria ni como. Ana, lo del otro día era de verdad, cuando te veo mi cuerpo tiembla, pero no quiero hacerte daño y siento que llevo la desgracia conmigo, necesitba que lo supieras todo y luego decidas lo que quieres.

La miré y suspiré... No sabía como se puede sufrir tanto, le quité las lágrimas con un pañuelo y comencé a hablar.
-Pues yo creo que desde que acabé el instituto y la academia, no he tenido una relación seria... Cuando acabé y empecé a trabajar en un pequeño barrio de aquí, de Madrid estaba muy bien y tal. Pero luego me vinieron dos palos, me trasladaron a aquí sin saber porqué y mis padres comenzaron a enfermar.-
Me apoyé en su hombro con unas cuantas lágrimas en mi rostro.
-Yo solo te puedo decir que ami ese cabrón no me va a hacer nada, y si estás conmigo a ti menos. Yo también llevo la desgracia conmigo, no basta que algo me vaya bien para perderlo todo...
Ahora, yo no quiero decidir nada, porque para mí lo más fácil sería desaparecer y punto, con que te lo dejo a tu libre albedrío.-

Ana, por favor no quiero que te vayas pero necesito saber que tú quieres, que estas tan pillada como yo, te necesito, no se como acabará pero se que ahora te necesito y que quiero ayudarte a cuidar de tu familia, jamás habia sentido algo asi, me atraes mucho y te deseo, pero mis sentimientos ahora mismo son más profundos, se que no has estado con una mujer y quisiera ser la primera y la única porque deseo que esto dure, le dije mientras ahora era yo quien secaba sus lágrimas.

La miré y sonreí. Sus palabras entraron en mí corazón... No sabía como pero me había enamorado de una chica, y ahora, cuando más necesitaba a alguien...
-Pues entonces probemos, tu me necesitas a mí, y yo te necesito a ti... Yo me he quedado muy pillada, pero no se como, ahora no te puedo olvidar.-

Me dijo que probasemos, que ella también estaba muy pillada, la mire y sonrei. Ana quiero ayudarte con tus padres y con los peques, quiero ver si podemos hacer algo por tus padres, le dije mirandola a los ojos, me moria por besarla pero no se si era ni el mejor lugar ni el mejor momento.

-Hombre... Yo si quieres te puedo pasar el historial. Están en el provincial. Y sobre lo de Paula y Carlos, sé que su custodia será mía tarde o temprano y tendrá que venirse a casa y la pobre Paula tiene unos padres subnormales pero ella
no tiene la culpa.- Miré al suelo quedándome un poco tristona...

La escuche y la vi ponerse tristona, Cariño, asi no quiero verte, le dije pasando mis dedos por su mejilla, luego bese con dulzura sus labios y me aparte. Lo de tus padres, tú decides cariño, si quieres los podemos traer aqui, le dije mirandola a los ojos.

Le devolví el beso y saqué una media sonrisa. -El lado positivo es que te vería más, ya que me paso el día de hospital - casa, casa - hospital...-
La miré a los ojos y acabé sonriendo, ella había conseguido enamorarme, conseguir que estuviese feliz...
- Te debo mucho, rubia.-

Me dijo que me debia mucho. No cariño, la que te debe soy yo, tus brazos me salvaron en el centro comercial, le dije acercandome a ella y acariciando su cuerpo mientras besaba su cuello con dulzura

Comencé a contemplar su cuerpo y cada acción que realizaba. Me empezé a dejar llevar por la situación dándole besos apasionados en sus perfectos labios. -Hoy nadie nos va a molestar.-

Ella se acerco y comenzo a besarme los labios, me dijo que hoy no nos molestaria nadie, mis manos bajaron hasta su cintura y se deslizaron bajo la camiseta de su uniforme, rozando con la yema de mis dedos la desnuda piel de su vientre y costillas

Mi piel comenzó a erizarse con el contacto de sus dedos con la piel de mi cuerpo. -¿Seguro que aquí no nos oye nadie?- Le dije susurrándole al oído mientras le comía el lóbulo de la oreja.

Seguro cariño, pero si prefieres vamos a otro sitio, le dije entre los gemidos que me provocaba con su boca en mi oreja, apoye mi cabeza sobre su hombro para que siguiera haciendolo, mientras mi boca y mi lengua recorrian su cuello

-No no, si no es eso, era solamente para asegurarme preciosa.- Le dije mientras seguía con su oreja y mi mano bajaba hasta sus muslos...
Ella mientras tanto apoyó su cabeza en mi hombro y siguió dándole besos a mi cuello...

Mmmmm, un gemido que no quise evitar salio de mi, para no haber estado con una mujer sabia muy bien donde moverse, al sentir sus manos sobre mis muslos, mis piernas se abrieron un poco más, mi boca jugaba en su cuello y mis manos se deslizaban bajo su camiseta, al llegar a su sujetador, mis dedos recorrieron su contorno y acariciaron sus pechos por encima de la tela del sujetador, sus pezones reaccionaron enseguida y pude sentir su dureza a través de la fina tela que los separaba de mis dedos

Sus gemidos me indicaban que lo estaba haciendo bien... Eso me alegraba y me ayudaba a entrar también en su juego.
Encontró mi pecho y mis pezones también lo notaron. Ahora la que gemía era yo, por los cosquilleos que me entraban cada vez que tocaba algún lugar de mi cuerpo.
Mis manos siguieron el recorrido de sus muslos haciéndole cosquillas.

Sus dedos se movieron en mis muslos y me hicieron cosquillas, no pude evitar reir. Le mire a los ojos y bese sus labios para tranquilizarla. No quieras agradar, disfruta y déjate llevar, le susurré mientras mis dedos apretaban con suavidad el botón maravilloso que sus pezones dibujaban bajo su sujetador

Me dijo que no quisiera agradar, que disfrutase y me dejase llevar. La miré -No me gustaría ver que solo estoy disfrutando yo.- Le dije mientras me mordía el labio al notar como me apretaba el pezón.

Me detuve un momento y la mire. Cariño esto no es como con un hombre, yo estoy disfrutando tanto o más que tú, se trata de que ambas disfrutemos y nos dejemos llevar, no de intentar agradar a la otra. Luego bese sus labios y le cogi una de sus manos que lleve hacia mis muslos mientras la mia se deslizaba bajo la tela de su sujetador

La miré y sonreí. -Tomo nota.- Era mi primera vez, y me estaba costando bastante... Pero bueno, alguna tendría que ser la primera.
Con la otra mano me apoyé en su hombro y le dí el mayor beso que le había podido dar a nadie, pasional, largo, sin prisas....

Cuando se apoyo y paso sus brazos por mi cuello mientras me besaba, saque mi mano de debajo de su camiseta y busque su cintura y la cogi en brazos para ir hacia el sofá que tenia en la salita, alli, estariamos más cómodas, durante el camino no deje de besar sus labios y jugar con mi lengua en la suya