Primer dia de trabajo (Chris)

Sonreí al escucharla y me sonrojé por lo que decía de que no era malgastado su tiempo quedando conmigo, entonces vi como el camarero nos trajo lo que pedíamos y acerqué mi café con leche y partí el croissant por la mitad dándole una de las mitades a ella. -Toma, la mitad es para ti y no me digas que no. Dije sonriendo mientras di un pequeño sorbo al café con leche y entonces cogí el sobre de azúcar para echarlo en la taza y removerlo bien con la cuchara, entonces di un mordisco a la mitad del croissant que tenía y bebí un nuevo sorbo del café con leche, y miré sonriendo a Sofía. -Me parece bien quedar luego, podríamos pasear antes de tomar algo o lo que prefieras tú. Dije sonriendo mientras pensaba en la suerte que tuve de venir aquí y pensé en la de casualidades de que mi padre se enamorara de su madre, y ahora sea yo que me enamore de ella, esperaba no acabar como mi padre, es decir, yo quería al menos tener la posibilidad de estar con ella.

Sonreí escuchándola mientras me terminaba el croissant y bebía a sorbos del café con leche y alegre por saber que aceptaba mi propuesta, pensaba en como decírselo, que la tenía en mente, fue verla en el mostrador y no querer mirar a nadie más, aunque suponía que ya se lo dijo otro, me preguntaba si tenía a alguien en mente aunque no tuviera pareja. -Entonces no tienes pareja pero... ¿tienes a alguien en mente? Pregunté sonriendo, seguramente sí, y sería el típico chico guaperas de instituto o salido... bueno quien sabe que gustos suelen tener las personas, normalmente uno se enamora de la persona incorrecta, esperaba que no me pasara a mi pero tenía ese miedo.

Sonreí con amabilidad mientras pensaba en la suerte que tenía ese chico. -Que bien, yo... también conocí a alguien interesante hoy pero no se... seguramente esté por otro. Dije sonriendo feliz pensando en ella pero al mirarla a los ojos me sonrojé y bebí varios sorbos más del café con leche hasta que me lo acabé y me limpié los labios con la servilleta sin saber a donde mirar teniéndola a ella delante y pensé quien sería, quizás si le preguntase cuando lo conoció por curiosidad, aunque no tendría sentido, no le conocería porque era nuevo en este país, ya era mala suerte que la chica de la que me enamoro piense en otro, sería mejor que la olvidase pero era imposible, porque la vería más veces y me gustaría seguir viéndola, ¿qué podía hacer?

Sonreí mirándola mientras pensaba en lo guapa que era y mirándola a los ojos decidí intentar animarla, me gustaría verla feliz pero con otro... solo podía animarla. -No digas eso, eres preciosa, estoy completamente seguro que está por ti, pero no lo sabes, cuando le veas dile lo que sientes. Dije mientras puse una de mis manos encima de una de las suyas acariciándola, esperaba que el chico al que ame la haga feliz, ojala fuera yo quien estuviera en su mente pero no podía hacer nada, ni siquiera le conocería como para intentar ser mejor que él, ser alguien para ella, ser lo que ella quiere.

Escuché sorprendido lo que me decía y pensé si era yo simplemente estaría cerca de nosotros, pero vi que miraba mi mano encima de la suya y no la apartaba, ¿seré yo? me sonrojé por ese pensamiento y dije. -La chica en la que no paro de pensar desde que la vi, aunque fue hace muy poco también, está presente, justo delante de mi. Dije mirándola a los ojos sonrojado y acariciando aún su mano y la cogí alzándola en el aire hacia a mi y besé el dorso de su mano lentamente para que supiera con certeza de quien hablaba y miré la raza la vacía sonrojado y esperando alguna respuesta de su parte.

Sonreí escuchándola pensé unos segundos. -Bueno... no lo se la verdad, quizás podamos empezar primero de lo que sentimos el uno por el otro, empezaré yo si no te importa. Dije sonriendo y sonrojándome preparado para decir lo que sentía por ella. -Quiero que sepas que desde que te vi el corazón me late con rapidez, no paro de pensar en tus ojos, tu voz, tus... labios, el tacto de tu piel, me alegra que mi padre no estuviera con tu madre, sino no hubiera podido conocerte y estoy feliz a tu lado, si pudiera elegir no quisiera separarme de ti ni un momento, siento también que mi vida no tiene sentido si no puedo estar a tu lado para verte sonreír y hacerte feliz. Dije sonrojándome por lo que decía y esperé su respuesta además de que le tocaba a ella.

Me sonrojé escuchándola y note su mano en mi mejilla además de en mis labios y cogí su mano besándola, entonces me levanté de la silla inclinándome hacia adelante y la besé sin pensarlo lentamente y con dulzura, sintiéndome realmente feliz por notar sus labios con los míos, era genial esta sensación, entonces me separé lentamente de ella y volví a mi sitio esperando entonces una respuesta de ella mientras acariciaba entre mis manos la suya con delicadeza mirándola a los ojos sonrojado todavía, pensando en que me había atrevido a besarla sin saber si quería o no, pero ahora que sabíamos lo que sentíamos, no podía esperar en besarla y desde que los probé... al separarme de sus labios necesitaba más.

Sonreí escuchándola y pensé en que en teoría seríamos novios, aunque quería oírlo de ella. -Sí tú lo deseas, seré todo tuyo, es lo que más deseo. Dije sonriendo mientras acariciaba aún su mano y volví a besar el dorso de su mano esperando una respuesta de ella y sonrojado por lo que respondería, suponiendo la respuesta pero lo feliz que me haría escucharla, me gustaba pensar en lo bien que sonaba que éramos novios, pero solo si ella quisiera que lo fuéramos, y yo ya lo deseaba tanto, en tan poco tiempo no entendía como podía sentir algo tan intenso por ella.

Sonreí escuchándola feliz por lo que dijo, su novio, ella era mi novia y se sentía tan bien, esta sensación era nueva para mi, la verdad es que nunca tuve... parejas, por decirlo de algún modo, no amaba a ninguna chica hasta ahora y tanto mi corazón como mi amor eran solo suyos, de nadie más y nunca lo serían de otra persona. -Sabes que mi corazón siempre será tuyo, mi alma, mi amor y mi cuerpo harán hasta lo imposible por hacerte realmente feliz cielo. Dije sonriendo y me sonrojé por lo que dije, le dije cielo y sonaba de maravilla, era la chica más hermosa que había conocido y ahora era mi novia, la chica de mis sueños y con la que siempre soñé que pasaría mi futuro era ella y por fin la encontré, nunca lo hubiera imaginado que el recado de mi padre, y lo que hice para venir aquí... me hacía feliz pensar que el destino por una vez estaba de mi parte.

Sonreí mirándola y asentí. -Nos vemos luego entonces. Dije sonriendo pensando en que ahora al ser novios sería una cita, eso me hacía feliz y vi como llamaba al camarero y pagaba su parte, tenía pensado pagarlo todo pero podría mejor después, cuando salga y vayamos a dar un paseo, por lo que le di el resto del dinero más algo de propina y me levanté sonriendo pensando en ella y deseando que fuera ya la hora de la cita, por lo que me fui a esperar ya que tenía el día libre y de paso buscar un buen lugar pero mejor dejaría que eligiera ella, esperaba estar entonces aquí para antes de que ella saliera y darle una sorpresa.