Tengo miedo, pero también apoyo... [Vero, Libre]

Echo de menos esos momentos en los que yo era pequeña, estudiaba, cuidaba de mi hermano, de mis padres y tomábamos todos el sol en familia en las playas de Mallorca, tranquilamente y sin prisas de volver a San Antonio pensé...
Cogí mi móvil y miré la hora, aún quedaba un pequeño rato para que viniese Vero y fuésemos a ver a mis padres, estaba cansada, aturdida, con ganas de acabar este maldito día y sonreír con mi familia, con Vero, y que un milagro hiciese que mis padres se recuperaran por fin, aunque supiese que no iba a ocurrir prefería atarme en este mundo y ser feliz aunque solo fuera en un sueño.

Me apoyé en la pared hasta que fuí bajando quedándome sentada en el suelo con los pies cruzados y mi cabeza en mi propia rodilla apoyada. Necesitaba un beso, un abrazo, un te quiero, pero no sabía cuanto iba a aguantar así, esperando.

Le prometi a Ana que iba a hacer todo lo posible por ayudarle con lo de sus padres, habia quedado con ella para ir a verlos y como tenia algo de tiempo, me adelante y estuve hablando con mi amigo para lo del nuevo tratamiento. Él me dijo que lo iban a comenzar de inmediato y que habia bastantes posibilidades de que notaran una recuperación.

Me comento que podiamos pasar a verles y que él no nos interrumperia.

Fui hacia donde habia quedado con Ana y la encontre sentada sobre el suelo con su cabeza junto a sus rodillas, me asuste pensando que quiza habria pasado algo, me acerque hasta ella y me sente junto a ella, cogi sus brazos y puse mi mano en su barbilla, la mire a los ojos y bese sus labios abrazandola luego contra mi pecho. Te quiero, peque. Ven con mami que te de cariños, le dije besando sus mejillas y su cabeza mientras mis dedos jugaban con su cabello

Al ver su rostro me vino un alegrón de repente, era como que mis pensamientos habían sido escuchados y eso me encantó.
Me abracé fuertemente a ella y no pude evitar emocionarme de la suerte que tenía, haber encontrado a mi propio yo a través de otra persona. Gracias... Has venido en el momento idóneo. Sonreí y besé sus labios. No se como lo haces, pero siempre apareces cuando te necesito... Murmuré secándome alguna lágrima de la cara.

Me dijo que habia llegado en el momento idóneo y me beso, me dijo que siempre aparecia cuando me necesitaba. Sonrei y la acaricie. Cariño el amor y ser pareja es eso, cuidar del otro cuando lo necesite y estar siempre ahi, también tiene que ver lo que se disfruta y lo que se recibe, pero lo mejor es saber dar y estar cuando te necesitan y yo estoy enamorada de ti hasta lo más profundo de mi.

Me ruboricé con sus palabras. Me ha tocado la lotería en esto del amor... Reí levemente y me sequé todas las lágrimas. Me calmé entre sus brazos y suspiré. Llevo aquí un buen rato, ¿Sabes algo del médico especialista? Pregunté curiosa dejando relajar mis piernas que llevaban en tensión desde que estaba en la pared.

Me dijo que le habia tocado la lotería y mientras se secaba las lágrimas, se relajo sobre mi cuerpo. Cariño, tú mereces todo lo que te doy y mucho más, todo lo hago encantada..

Me pregunto si sabia algo del especialista, acaricie su mejilla y la bese. Cariño por eso he llegado un poco tarde, acabo de hablar con él y me ha dicho que mañana comenzaran con el nuevo tratamiento, que tiene muchas esperanzas de que mejoren y quiza puedan ir unos días a casa. Me ha comentado que pasemos a estar con ellos y que nadie nos molestara.

Cogí aire y me levanté dándole la mano para ayudar a levantarse ella. Sabes... Creo que eres perfecta incluso en ayudar a la gente a la que quiero, de verdad, todo lo que estás haciendo por mí está teniendo mucha cabida en este lugar... Me señalé el pecho por la zona del corazón.

Me ayudo a levantarme después de haberlo hecho ella y luego la escuché, creo que me sonroje al hacerlo, cuando me puse en pie pase mi mano por su cintura y acerque nuestros cuerpos, luego bese sus labios, Peque, te lo agradezco de verás pero lo hago para verte feliz, si tu eres feliz me haces feliz a mi, asi que lo único que necesito es que tú seas feliz.

La besé el cuello a modo de respuesta y abrí la puerta de la habitación llamando a la puerta primero. Mi padre estaba dormido como de costumbre a si que hablé bajo para no despertarle cogí la mano de Vero para que entrara junto a mí. Hola Mamá... Dije acercándome a ella y dándole un beso en la mejilla. ¿Qué tal te encuentras?
Pregunté preocupándome. -Hola cariño, bueno, tirando...- Respondió ella.

Me beso el cuello y luego abrio la puerta, mi cuerpo temblo, era la primera vez que iba a ver a sus padres y no sabia muy bien como me iba a presentar ni lo que iba a decirles, tome aire y entre tras ella en la habitación.

Eh... Mamá. Murmuré y miré a Vero cruzando mi mirada con ella. Sé que igual papá no lo entiende, pero sé que tú si que lo harás. Suspiré... Dime cariño, qué te inquieta. Cogí aire para soltarlo del tirón y no quedarme con las ganas. Pues que me he enamorado. Tragué saliva. Y no sé si Carlitos te lo habrá contado pero...

Su padre estaba durmiendo, pero su madre le respondia y seguia la conversación. Ana me miro y le dijo a su madre que se habia enamorado, se lo iba a contar y yo en aquel momento no sabia como iba a reaccionar su madre, suspiere a la vez que lo hizo ella.

Bajé la cabeza algo tímida y mi madre rápidamente lo notó. Hija, tu a mi no me engañas, sé perfectamente de quien, habéis suspirado a la vez. Levanté la mirada y me llevé la mano a la nuca. Em... Me levanté de su lado de la cama y recorrí la habitación inquieta.

Sin quererlo me delate al suspirar junto a ella, su madre se dio cuenta pero Ana no sabia como decirsélo, se empezo a mover inquieta por la habitación, la mire y me acerque hacia ella, desde detras suyo le cogi la mano sin que su madre lo viera para darle todo mi apoyo.

Noté la calidad de su mano y sonreí. Mamá... Sé que a ti no te importa pero... Miré a mi padre que aún estaba dormido. No digas nada, lo sé yo y no me importa, tu solo preocúpate de ser feliz. Respondió ella. Suspiré y miré a Vero. Esta señorita es Vero y... Bueno. No me fiaba de mi padre, era capaz de levantarse en cualquier momento, a si que lo dejé caer.

Ana me presento, aunque no directamente pero su madre entendia lo que le queria decir, cuando le dijo mi nombre, di un paso hacia ella y le tome la mano a Ana mirandola con todo mi amor y cariño, mientras tendia la otra mano hacia su madre. Encantada, le dije

Sonreí a su mirada complice y volví a mirar a mi madre. No te preocupes... Que ya se lo contaré yo. Miró a mi padre. Gracias... Murmuré mirándola a los ojos, le agradecía un montón ese acto, sabía que mi padre se iba a enfadar... Casi me desereda por tener novio a los 15 años, con esto ya me asesina, pero yo quiero a Vero, a si que no pienso dejar que me controle toda la vida.
Moví mi mano sin que se viera mucho y acaricié con el pulgar la piel de la mano de Vero.

Su madre le dijo que ya se lo contaría ella, y Ana le dio las gracias, yo estaba tremendamente nerviosa y me tranquilizo sentir los dedos de Ana acariciando mi piel, en ese momento su padre tosio y abrio los ojos, sin quererlo me asuste y di un pequeño salto.

Al notar ese pequeño salto de Vero me reí levemente y saludé a mi padre. Hola Papá... Levanté el otro brazo saludando con la mano y me moví levemente para que mi padre no viese mi mano junto a la de Vero. Tu padre, ahí donde lo ves, se pega el día durmiendo. Dijo mi madre acercando su mano a la de mi padre. Normal, con lo que nos medican como para no dormir... Respondió el...

Mire a Ana y vi como escondio nuestras manos, no sabia muy bien que decir mientras su padre y su madre hablaban entre ellos, notaba que mi cuerpo temblaba y me mordi el labio inferior para que no se oyeran castañear a mis dientes

Noté el nerviosismo de Vero y me asusté... Bueno, yo me voy ya... Miré a Vero. Y creo que la doctora Solé también. Mañana vengo a veros... Dije rápidamente. Adiós cariño, adiós doctora. Se despidió mi madre. Solté un momento nuestras manos y le dí un beso a mi madre y otro a mi padre.
Salí de la habitación y me llevé las manos a la cabeza.

Ana reacciono y dijo que nos teniamos que ir, su madre se despidio de ella y de mi como doctora y luego Ana les beso como despedida. Cuando salimos se llevo las manos a la cabeza, me puse frente a ella, y quite sus manos de delante de su cara, seque dos lágrimas que corrian por su mejilla y bese sus labios, luego la cogi por la cabeza y apoye su cabeza sobre mi hombro. Calma, peque, todo va a ir bien, le susurre mientras acariciaba su pelo con mis dedos

Al salir me dio el mayor apoyo que me podía dar en ese momento... ¿Tu crees...? Pregunté algo cortada.
Pese a estar apoyada en su hombro bajé la cabeza...

Al escuchar sus palabras, levanté cabeza y le besé en los labios demostrándole mi amor y cariño. ¿Te he dicho alguna vez que te quiero? Sonreí. De verdad que eres mi mayor esperanza rubia... Me abracé a ella e intenté sonreír de oreja a oreja para que se me pasase el mal trago.