Suceso inesperado (Mónica, libre)

Como cada mañana, me encontraba en el teatro. Teníamos una obra en un par de meses y estábamos preparando la obra y ensallándola. Este era mi trabajo, y era algo que me encantaba, actuar. Además esta obra era también con partes musicales, y por eso me fascinaba, estaba deseando que llegara el momento de poder hacerla frente al público.

Pero aquella mañana me encontraba algo rara, aunque aún así no le había dado demasiada importancia. Eran las doce del medio día aproximadamente y yo me encontraba tomándome un corto descanso, hablando con una compañera de teatro, cuando me vino un mareo y caí al suelo en redondo. Mi compañera se alarmo e intentó llamarme pero como no reaccionaba, marco rápidamente el número del samur del Hospital Central, pidiendo urgentemente una ambulancia.

Yo seguía inconsciente, pero sabía que me faltaba el aire. Cuando llegaron los médicos, la compañera que se encontraba conmigo cuando caí inconsciente les contó lo poco que sabía ella.

"Estábamos hablando, en un breve descanso del ensayo, cuando se cayó inconsciente. Que yo sepa no tenía problemas de salud, pero hoy se la notaba más cansada que normalmente, que suele ser bastante inquieta" -Contó ella, bastante preocupada.


Off: Ya me daba tiempo al final, pero ya si posteáis, posteo luego o mañana

En un momento el corazón de Evangeline se paró. Cuando la enfermera empezó con las maniobras de reanimación, su corazón volvió a latir, aunque débilmente.

Poco a poco fui recobrando la consciencia, aunque estaba demasiado débil para abrir los ojos siquiera, y me costaba respirar, mi pecho subía y bajaba muy lentamente debido a ello. Era consciente de mi alrededor, pero muy débilmente.

Notaba las manos de alguien que estaba reanimándome, y voces, pero parecían lejanas, solo escuchaba el murmullo, no entendía que decían. Mi respiración pareció ir regulándose, hasta casi estar normal. Y tras un rato, empece a percibir las cosas mejor, hasta que finalmente pude entreabrir los ojos un poco, parpadeé mientras trataba de ver algo mejor.

Ya iba entendiendo mejor lo que hablaban. Una enfermera me dijo que estaba bien, se llamaba Mónica, y me llevarían al Central. Asentí muy levemente cerrando los ojos, nunca me habían gustado las agujas, y en verdad algo de miedo les tenía, pero no iba a decir nada, debía ponerme la vía y ya está.

-¿Qué me ha pasado? -Pregunté con voz débil, cuando me encontré lo suficientemente bien para hablar. Volví a abrir los ojos, observando que estaba aún en el teatro. Solo recordaba que hablaba con María, que se encontraba allí, ambas estábamos descansando un poco.