Mimando a Ines (Ines) {+18}

Me alegro mucho de que se haya recuperado tan rápido después de aquel accidente. Pienso cuidarla y no dejar que nadie más le haga daño. Cuando llegamos en su casa, la dejo recostada y tranquila en su sofá. Me había preparado por ir a las cocinas y prepararle algo de comer, cuando me detiene a medio camino. Volteo y me siento a su lado. La miro con una ternura inexplicable. Me gusta aquella dulce y hermosa mirada. Me siento a su lado tomando sus manos en las mías. Se los beso con ternura. —Claro, cuéntame.— Sonrío cuando dijo aquello de la cocina. La verdad es que pensaba consentirla y cocinarle algo yo mismo, pero por un lado también es buena idea pedir algo porque así me quedo mayor tiempo posible con ella y si quiere puedo quedarme con ella en la noche. —Pues la verdad es que la idea me gusta, pero por un lado quería cocinarte algo y mimarte, pero por otro lado también quiero aprovechar más tiempo para pasarlo contigo. Me gusta estar contigo. Por cierto, ¿quieres ver alguna película? ¿O quieres hacer algo?— Le pregunto mirándola dulcemente.

Sonrío, correspondiéndole dulcemente a aquel tierno beso. Acaricio lentamente sus mejillas, tomando su carita mirándonos con amor. Me separo lentamente de ella cuando ella lo hace. Me gusta estar con ella, pasar mi tiempo con ella. Si quiere que pidamos algo, pues eso mismo haremos. – Mm ¿Qué te parece entonces pedir una pizza o no sé lo que tú quieras? – La miro con ternura. Sonrío dulce. Me pierdo en aquella hermosa mirada que tiene. – Y no te preocupes, que no me estás confundiendo, además no hiciste nada malo. Pero si quieres... me voy...– Le sonrío con ternura. Aunque irme no es justamente lo que me gustaría. No me gustaría dejarla sola.

Me levanto para dirigirme a la puerta dejándola sola como me dijo, pero su voz me detiene. Mi corazón se acelera y volteo para mirarla. Vuelvo a sentarme a su lado. – Claro que no me iré. Siempre estaré contigo. – La abrazo con amor. – No digas eso. Yo sí te quiero. Aquí estoy para lo que me necesitas, mi princesa. – Tengo que decirle sobre mi maldición, espero que me acepte, pero lo importante es ella ahora. La abrazo a mí, inspirando su deliciosa aroma y entrelazando mis dedos en su cabello. Lo huelo.

La miro con amor. Me acerco para abrazarla. Me encanta sentir el tacto de su piel e inspirar su aroma. – Para eso estoy aquí para ti. De hecho estoy para todo lo que necesitas. Me encanta estar contigo y protegerte de todo. – Tengo que decirle también mi secreto, mi maldición, pero ya lo haré luego. No tengo valor de hacerlo. Acaricio su carita y la miro con amor. La abrazo más a mi.

La abrazo con todo el amor del mundo. Acaricio sus mejillas respirando muy cerca de ella, sintiendo su respiración cerca. Mi respiración también se me acelera demasiado. Acerco mis labios a los suyos, correspondiéndole al beso con amor. - ¿Estás segura, mi amor? Por mi encantado – Se me ha escapado aquel “mi amor” que demuestra todo lo que siento por ella. Vuelvo a besarla con mucho amor como si se nos acabara la vida en ello.

Aquella mirada suya me encanta y me tiene cautivado. Me acerco a ella, mirándola con amor. Siento sus manos quitándome la camisa y el pantalón. Me estremezco totalmente, disfrutando de aquellas caricias que me excitan demasiado. Siento que ella es la mujer de mi vida. Mi corazón se acelera demasiado cada vez que estoy cerca de ella. La abrazo con todo el amor del mundo inspirando su aroma. – Te quiero – Le susurro acercando mis labios a los suyos, besándola con todo el amor del mundo dejando que se dé cuenta de todo mi amor. Lentamente me dejo encima de ella, acariciando cada centímetro de su cuerpo.

Mi corazón se acelera. Mi respiración también. Acaricio lentamente cada centímetro de su cuerpo como si de una diosa se tratara. Beso lentamente sus labios. Me encanta su sabor y disfrutar de su néctar. Escucho sus susurros y me excito totalmente sintiendo como me quita el bóxer dejando mi miembro libre. – Mm te amo, mi vida – Le susurro acariciando sus senos, desnudándola lentamente. Mis besos descienden por su cuello pasando mi lengua por aquella zona. Mi miembro roza la entrada de su sexo dispuesto a colarse en su interior deslizándose como serpiente. Comienzo moviendo mis caderas lentamente aumentando el ritmo poco a poco haciéndole el amor con todo el amor del mundo.

Me acomodo encima de ella, acariciando suavemente cada centímetro de su cuerpo. Mis manos acarician suavemente sus senos, jugando con sus pezones. Sigo besando sus labios con amor a medida que me muevo lentamente aumentando el ritmo cada vez más, haciéndole el amor con una pasión y mucho amor inexplicable. Me separo un poco para mirarla. – Mm te amo – Le susurro, besando sus labios, haciéndole el amor con todo el amor del mundo. No nos hemos cuidado, pero me gustaría llegar a ser padres algún día aunque quien sabe.