Entrando en cafeteria (Libre)

Estaba algo aburrida en la sala de curas aunque La doctora ya había pedido unas pruebas para ver si tenia heridas dentro o algo así, me vine a Cafetería del hospital mirando a ver si veía algún dulce o algún zumo por alguna mesa, tenia hambre y llevaba mucho sin comer, vi en una de las mesas una fanta pero como no vi en ese momento a nadie sobre esa mesa lo cogí disimulando y aun de pie fui a darle un trago.

Llevaba tiempo en la cafetería, y cogí una fanta para refrescarme y volver a los papeles, la deje en la mesa y fui a la barra a coger un bollicao. Luego vi que la fanta no estaba también vi que la tenía una niña. Cogí otra fanta y me senté en la mesa. -Bebetela que ya he cogido otra.- Le dije a la niña llamando su atención. -¿Quieres sentarte?- Sonreí.

Escuche a la chica de la que había cogido su fanta, me dijo que me la bebiera que ella cogía otra , me ofreció sentarme en donde estaba ella. - Siento coger la fanta pero llevo desde ayer sin comer y tenia hambre. Dije seguro que había visto mis moratones como todo el que me veía, estaba algo triste aunque el hambre podía conmigo, bebí un poco de la fanta empinando el vaso.

-Quedatela.- La miré y sonreí. -¿Qué haces aquí en el hospital?- Debía de ser muy reciente su ingreso, porque normalmente la primera que se entera de quien está en el hospital soy yo...
Saqué el móvil de la silla de ruedas y lo dejé en la mesa por si me enviaban algo.

Escuche a chica mientras con muchas ganas me bebía la fanta me preguntaba porque estaba aquí. - Unos policías me han traído aquí, estaba en la calle porque me había escapado de casa. Dije a la chica mientras me bebía la fanta con mucha gana.

Me sorprendí cuando me dijo que se escapó de casa. -Entonces ya veo porque tienes hambre... Coge el bollo que yo no tengo mucha. Y... ¿Por qué te escapas de casa?- Le pregunté inocentemente y le pasé el plato con el bollo. Observé sus moratones y no comenté nada sobre el tema, a mi tampoco me gusta que me pregunten que porqué voy en silla de ruedas...

Escuche a la chica que me decía que porque me había escapado de casa y me dio el bollo de chocolate. - Soy adoptada, mi ultimo padre me pegaba cuando mi madre salia de casa, pero ya me ha dicho un policía que no voy a volver con el, ni al orfanato Ya lo decia un poco mas segura sabia que la doctora y el poli no me dejarían que me llevaran otros vez a otra casa de acogida ni nada de eso.

[OFF]Podría entrar Vero, la historia de Marta tiene cierto parecido con una de Vero

off ok

Habia ido a la cafetería para coger un café y llevarlo a mi despacho. Ultimamente no me apetecia estar con nadie más que con Maca, desde que paso lo de mi ex, me sentia muy mal y pensaba que incluso los demás lo habrian notado.

Cuando estaba a punto de salir oi la a una chica decir que su padre le pegaba, no estaba cotilleando pero no pude evitar oirlo y mi cuerpo temblo, parte del café se me cayo sobre el plato en el que llevaba la taza y un pequeño mareo acudio a mi cabeza. Todavía sin reponerme giré mi cuerpo y vi a una chica jovén junto a la nueva recepcionista, me acerque hacia ellas.

Disculpar, soy Vero, psiquiatra del Hospital, no he podido evitar oir vuestra conversación y me gustaría ayudarte, dije mirando a la chica joven.

Sonreí cuando se acercó. -Hola, pues yo soy Julia, la nueva recepcionista... Y si quieres siéntate.- Le dije a la chica rubia que se acercó, luego miré a la pobre niña. -Pero eso es muy fuerte... Entiendo que te escaparas, y creo que eres muy fuerte pequeñaja, por cierto no me has dicho tu nombre.- Le guiñé el ojo y le aparté un poco el pelo de la cara.

Una chica joven y rubia se acerco a nuestra mesa dijo que no había podido evitar oír nuestra conversación , dijo que me podía ayudar pero yo no sabia como podía ayudarme solo era la niña y mi única ayuda era que me alejaran de todas las familias, me dijo Julia que era muy valiente y que no le había dicho mi nombre. - Marta... me llamo Marta. Dije mientras la miraba y hablaba entrecortada ya que no solía hablar mucho, le tenia miedo a muchas personas había pasado por muchas familias y ninguna me gustaba. -¿Como puedes ayudarme?, puedes hacer que nadie me haga daño?. Ya que tenia miedo a que me hicieran daño aunque gracias al poli no iba a volver a casa ni con los del orfanato.

Encantada Julia, encantada Marta, les dije mientras me sentaba. La pobre chica estaba bastante asustada y su voz temblaba sin que ella lo pudiera evitar, luego me pregunto como la podia ayudara y si podia hacer que no le hicieran daño. Mire a nuestro alrededor y vi que no habia nadie más que nosotras tres en la cafeteria, entoncés las mire a las dos detenidamente, luego me solte los botones de mi camisa y me la levante para que me vieran la zona abdominal, donde mi ex me golpeo y tenia sus marcas, luego les volvi a mirar, sobre todo a Marta y me sente. No quiero que te pase esto, se como te sientes y me gustaría ayudarte, nadie merece que le traten asi y menos una chica como tú.

Me sorprendí mucho cuando enseñó sus moratones... -Pero... ¿Cómo es posible eso? Estoy totalmente...- Eso era intolerable... No se como una persona es capaz de hacerle eso a otra.
El acoso he oído hablar de ello pero nunca lo he visto tan de cerca...

Mira a ambas y a la medico que acababa de entrar y cuando me enseño la cicatrices y mire unos segundos luego volví a mirar a ambas pero sin mirar las marcas de la doctora aunque pensando lo bien dije. - El policía me va a ayudar dice que lo va a a mandar a la cárcel, aunque aun estará suelto. Dije mirando alrededor con miedo a que me enconcontrara.

La chica aparto la vista cuando enseñe mis heridas, luego sin mirarnos dijo que el policia le habia prometido que lo iba a mandar a la cárcel, pero que aún estaba suelto. Marta, preciosa es posible que vaya a la cárcel pero luego saldrá y habrá un momento en que ese policia no este, siempre lo dicen pero luego acaban desapareciendo. Yo sé lo que es eso, lo he sufrido, aún lo hago, dejame que te ayude, le dije acercandome a ella y acariciando con dulzura su mejilla.

Miré a la pobre Marta y le quité el pelo de la cara mientras la chica convencía de que la podía ayudar. -Yo creo que te puede ayudar, solo sea a desahogarte. ¿Quién te está atendiendo?- Le dije a Marta y después miré a la chica.