¿Tranquilidad en el central? (Guille, libre)

Apoyada en la pared, mirando fijamente a un bolígrafo. Aburrida esperando a un paciente o algo... Hoy es un día tranquilo, y no tengo mucho que hacer.
Pensando en las musarañas, y suspirando. -Puff...-

Salia de una habitación de llevarle las comidas a los pacientes y veo a Valeria apoyada sobre la pared, llevaba una mañana que no había parado en todo el rato. -Hola Valeria, veo que no tienes mucho trabajo hoy ¿no?. Dije aun cojeando con la pierna que aun no tenia recuperada.

Miré hacia arriba, cambiando la vista hacia guille -Pues no la verdad, estoy muy aburrida, si quieres te ayudo con eso, total...- Me alegró verle, estaba empanada... Y sin nada que hacer, sonreí y me guardé el bolígrafo. -Cuidado con la pierna, que te cojea...-

Les veo a los dos hablando, intento pasar de largo, pero me duele el brazo... Lo tenía dislocado e intentaba ver a mi madre no pude hacer nada más que quejarme... -Ayyy!!!.- intento irme corriendo, pero me ven.

Escucho su grito, y la paro... -Hola! ¿Te duele algo peque? Si no, no habrías gritado...- La pregunto, un poco preocupada... Parecía un brazo dislocado, pero aún no lo puedo saber.

La escuche lo que dijo de que cuidado con la pierna que me cojeaba. -Bueno ya la tengo mejor, después del accidente demasiado poco me paso. Dije mirándola el accidente había sido chungo pero aquí había los mejores médicos entre ellos mi padre, mientras hablábamos una niña que la conocía de haberla visto antes por aquí paso delante nuestra antes de que se fuera la paro Valeria parece que le dolía el brazo y miraba también a la niña y a Valeria.

Pensé que tenía que seguir cumpliendo mi promesa de no hablar, asi que me tuve que hacer la tonta mirando hacia el suelo... Esperando a que pasarían de mí... Aunque no creía que pudiese pasar. Miré a la medico y al chico que estaba a su lado, y me quedé inmovil.

-Suerte que tienes a tu padre guille- Le dije mirándole la pierna. Observe que la niña no decía nada, solamente miraba al suelo... Eso me preocupaba. -¿Te pasa algo? ¿Te a comido la lengua el gato?.- Le dije intentando al menos que me respondiera.

Vi que la niña no hablaba y vi como le hablaba Valeria a la niña entonces comencé a bromear. - Bueno a lo mejor si le ponemos un pinchazo quiere hablar.Dije sonriendo y mirando a Valeria y a la niña.

Puse cara de preocupación, pero seguí sin decir nada... Porque cada vez que intentaba hablar me venía una imagen de mi madre... Porque está en coma y una promesa es una promesa... Así que me abstuve a poner una cara de preocupación porque tampoco quería que me pincharan...
Del miedo, me salieron unas pocas lágrimas.

La niña se puso a llorar un poco... -Hey! No llores, que no te vamos a pinchar, ven a que te mire eso.- Le dije señalandole un box. La niña no hablaba, pero si expresaba sus sentimientos... Era raro.

Llevaba un día de locos, todavía tenia pendientes un montón de informes que queria acabar antes de finalizar mi turno, así que me fui a todo correr hacia el despacho para poder finalizar con todo el papeleo. De camino vi a Guille con Valeria y una niña, les salude mientras pasaba sin prestar mucha atención. Hasta luego, les dije, voy a ver si acabo con todo el papeleo pendiente, dije con una sonrisa en la boca

Vi como la niña comenzaba a llorar y tenia miedo a los pinchazos como todo niño. -Valeria si quieres pido una bandeja para la niña. Dije mirándola, mientras sonreía y ademas solo me faltaban repartir dos bandejas.

Vero pasó por ahí y dijo hasta luego. -Ey! Vero espera, no te vayas.- Dije haciendo que se parase. -Oye que necesito tu ayuda, la niña no habla, y parece que tiene el brazo dislocado, mira haber si le pasa algo...- Le dije en voz baja.
Guille dijo que si quería que me daba una bandeja. -No hace falta, tranquilo, primero voy a verle el brazo.-

De repente vi que Valeria me llamo, me acerque hacia ella y me dijo que la niña no hablaba y que parecia que tenia el brazo dislocado. Mire a la niña y a Guille. ¿Qué le ha pasado a la pequeña?, les pregunte a los dos

La medico me quería ver el brazo... La verdad lo estaba deseando, pero tenía que cumplir la promesa de no hablar así que no dije nada.
Me llevó a un box en el que me quería curar y luego mientras pasaba una chica rubia de largo la medico la paró y habló con ella..
Estaba muy asustada.

Vero preguntó que qué le había pasado a la pequeña. -Yo estaba hablando con Guille tranquilamente. El problema es que pasaba de largo y se la escuchó gritar levemente Ay, le vi el brazo y lo tenía raro, le he preguntado si le pasa algo y tal y no me responde... Me preocupa un poco.- Le dije a Vero mirándoles a los tres.

Mientras Valeria me dijo que no hacia falta que primero le vería el brazo, luego llego Vero y le explicaba lo que le pasaba a la niña y le miraba el brazo, la niña parecía asustada le di la mano del brazo que tenia bueno y hablándole cariños amente le dije. - Tranquila pequeña que estas en las mejores manos. Dije sonriendole.

Vero dijo que lo iba a intentar hacer que hablara, pero que lo intentaría sola, quizás la pequeña estuviese asustada. -Vale, quédate en el box y si quieres mientras te llevo esos papeles...- Le dije mirando a la niña. -¿Guille, te acompaño?- Le pregunté.

Esta bien, esperarme aqui, les dije mientras me dirigia hacia el box donde estaba la pequeña. Entre en el box y la mire, que guapa eres, me ha dicho un pajarito que te has quejado de un dolor en un brazo, me puedes decir cuál es.

Me quedé sola en el box, y vino la chica rubia... Me dijo que era guapa y que le había dicho un pajarito que le dolía el brazo. Tenía unas ganas de hablar increíbles... Pero no podía, una promesa es una promesa. En vez de decírselo con palabras la miré preocupada y le señale el brazo izquierdo.

Escuche a Valeria , pregunto que si me acompañaba entonces le dije. - Bueno si no tienes mucho que hacer, claro puedes venir. Dije mirándola y como se habían llevado a la niña a box.

La niña me miro pero no me hablo, me señalo el brazo izquierdo cuando le pregunte cúal le dolia. Esta bien, ahora te voy a mirar el brazo, pero necesito saber qué te ha pasado, para podertelo curar muy bien, le dije tocando su brazo con mucho cariño y amor

Me empezó a mirar el brazo y me dijo que necesitaba saber que me había pasado... En ese momento me desesperé, no sabía si empezar a llorar, o entrar en un ataque de locura... Me puse las manos en la cara y me salieron algunas lagrimas. Tenía que seguir con la promesa.