Bienvenida al manicomio (Daphne, Enrique, libre)

(Llevaba un rato dando vueltas por el hospital buscando a mi nueva residente, pero debió ser que se perdió por alguna de las plantas porque todavía no había conseguido verla...
Sabia que tenía que pasar por recepción a dejar el papeleo del contrato para archivar y demás, asi que le dije a Teresa que cuando la viera la mandara a la sala de médicos.
Entré, revisé la cafetera y como siempre no quedaba ni gota de café, la encendí y me apoyé en la encimera mientras se hacia...

Me había quedado con Santiago y con el paciente un rato más mientras Leire había ido a hablar con Javier sobre lo de ser mi adjunta. 
Después me había tocado hablar a mí con el director para firmar el contrato y todo el rollazo del papeleo. Al acabarlo, lo había tenido que bajar a administración, que madre mía me costó Dios y ayuda...La recepcionista, Teresa, por lo visto, me dijo que mi adjunto quería hablar conmigo, y que me esperaba en el gabinete médico. Me sorprendió, por así decirlo, que dijese adjubto ya que Leire, que yo sepa era una chica...Así que nada, otra vez a preguntar a todo el que veo por donde se va al gabinete médico. Cuando por fin doy con él, toco un par de veces en la puerta y la abro. Me chocó no encontrar allí a Leire, pero me chocó más aún ver a ún chico que estaba tan concetrado en la cafetera que a saber qué quería hacer con ella. Me aclaré la garganta al pasar y le saludé. -Ehh..hola! Perdona, no habrás visto a la Dra. Durán por aquí...?...Me han dicho en administración que estaba esperando en el gabinete médico y..o me he equivocado de gabinete...oh...no se me ocurre nada más. - Miré al suelo pensando en sin quedarme o si irme, pero al final decidí esperar allí.

(mire a la chica que acababa de entrar, por fin, esta si debia ser Daphne) hola, Daphne no? pasa, pasa no te quedes ahi (dije haciendole un gesto para que entrara) no tranquila no te has equivocado, esto es el gabinete medico, solo que soy yo el que te estaba esperando... esta teresa nunca me hace bien los recados (sonrei mirandola y me acerque a ella) que tal? soy enrique guerrero, voy a ser tu adjunto el proximo año (le tendi la mano en señal de saludo)

Me acerqué hacia la mesa y le estreché la mano con una sonrisa. ¿Con que mi adjunto...? Ya me parecía a mí muy raro que porque a Leire se le antojase tener un residente, las cosas en los hospitales eran así.
Y la verdad, al ver a Enrique se me pasaron ese miedo que tenía a ver a mi adjunto. El que me tocó en las prácticas era...en fin...No era el adjunto ideal, dejémoslo ahí. Eso sí...habrá que esperar a ver cómo es en la segunda impresión. - Encantada Enrique. Y sí, soy Daphne...Tenía en mente que al final sí que tenía a Leire como adjunta, por eso me iba...Pero nada que es genial tenerte a ti. - ¿Qué iba a decir? Casi me voy y me quedo sin este adjunto..Anda que...ya me valía. Me quedé en frente de él sin saber muy bien qué decir, ni qué hacer en ese momento. Es mi primer día en el hospital, así que mejor quietecita y calladita {No lo consigo ni de coñaa!} y que él me comente un poco todo. ¿No?

igualmente... bienvenida al central (dije con una sonrisa) si, algo me han comentado... pero ha sido una confusion, al final te quedas conmigo... se que ya habias conocido a Leire, pero bueno espero que no te importe (le explique mientras apagaba la cafetera que ya habia terminado su funcion)un cafe? (le pregunte con la cafetera en la mano mientras servia uno)

#Pues gracias por la bienvenida Enrique. Y bueno, hubo un error pero ya está solucionado. Y hombre, !por supuesto que no me importa!. -. Me acerqué a la cafetera y sonreí por el olor. Me encanta como huele el café recién hecho. - Humm...café. Pues no le hago ascos a esta hora eh. Busqué en el mueble las tazas, o vasos o algo...Pero miré a Enrique en plan, "Sabes dónde están...?. Ya que yo no los encontré. 

(mire a Daphne sonriendo al ver que intentaba buscar las tazas sin exito) espera (dije dejando la cafetera y abriendo el mueble de al lado) mira aqui estan... (cogi una y se la di) no se tu, pero la mayoria de los medicos aqui suelen ser bastante maniaticos con el tema de las tazas, casi todos tienen la suya... (le conte riendome) aunque yo si te digo la verdad siempre cojo la primera que pillo (volvi a coger la cafetera para llenarle la taza que le acababa de darle)

Miré a Enrique cuando abrió el mueble y sacó las tazas. Cogí la mía y le dí las gracias. Me reí yo también cuando comentó lo de las tazas y el resto del personal. La verdad es que yo en eso no soy muy maniática, pero bueno, hay de todo. - Bueno, pues ya saldré un día de estos a cogerme una taza para mí. Una así mona, con dibujitos y tal... - Sonreí y la cogí cuando él sirvió el café. Cogí una cocharilla que estaba allí a la vista y le dí vueltas al café. Aunque realmente, fue por hacer algo en ese momento, ya que no me apetecía echarle nada. Así recién hecho y solo está buenísimo.
Soplaba de vez en cuando antes de dar pequeños sorbitos, básicamente para no abrasarme los labios, (Como es lógico)... - Jobar, eres un hacha haciendo cafés, eh. Está riquísimo. - Sí Daphne...el café está riquísimo y tú estás medio idiota...¿Quieres preguntar y hablar de lo que quieres hablar y dejarte de tonterías...? Madre, que vigilada me tiene mi mente...me controla día y noche!... Miré hacia él, ya que tampoco quería yo empezar a hablar como una cotorra y no callarme en lo que quedaba de turno.

Tenia un paciente con un síntoma muy raro, demasiado raro, tan raro que no me lo creía. Tenia que despejar mi mente.. y donde podía ir a la sala de médicos, pero antes que nada como igual mente tenia que pasar por cortinas para ir a la sala, me pare a visitar a mi paciente.. - bueno.. ahora llamare a la psiquiatra que te explore.. por el tema del insomnio - el paciente tenia los ojos como si uvera dormido - ya le dicho que no necesito a una loquera Doctor.. algo me esta pasando.. - le dijo mirandome y negando con la cabeza, - bueno, ahora vendra mi compañera.. mas tarde te are una visita.. - le dije con una sonrisa, me dirijo a la sala de medicos, abro la puerta pero antes de entrar me viene una enfermera para firmar un historial, lo firmo y entro.. - ups.. lo siento, pensé que no había nadie.. - no conocía a nadie de los que estaban en la sala - molesto si os ago un poco de compañía? - pregunte con una sonrisa.

no esta mal, aunque si quieres tomar un cafe mejor por aqui, te recomiendo el de cafeteria, esta vieja cafetera hace lo que puede... lo curioso es que todavia funcione con la caña que le metemos todos los dias (dije dandole un sorbo al cafe, me dirigi hacia el sofa y le hice un gesto para que viniera conmigo) eso si, si lo que buscas es un momento de relax mejor esto (la mire, parecia algo nerviosa, supongo que normal en un primer dia de trabajo) bueno... y que tal con tu primer paciente? que ya me ha dicho leire que les has ayudado en el box (en ese momento entro un chico, medico por la pinta, aunque no tenia ni idea de quien era... debia llevar poco tiempo en el hospital) hola... no claro puedes quedarte (dije mirandolo) eres nuevo?

Entro en la sala con el permiso de ellos - mmmm.. que olorcito a café.. - dije mientras dejaba el informe de mi paciente encima de la mesa y me sente en una silla, mire al medico que me hablo - bueno, hace ya como una semana no llega casi, que estoy por estos lugares, lo extraño que no me aya encontrado con ninguno de vosotros.. - le dije mientras le miraba - me llamo Jamie.. encantado.. - les mostre una sonrisa.

Pues para ser el primero, bastante bien. Vamos, por lo menos el rato que estuve yo en el BOX con ellos. Parecía que mejoraba, pero después salí y no sé cómo seguirán. Pero vamos, que imagino que bien.
- Sonrío, cojo el café y camino hacia el sofá y me siento en frente suyo.
Estaba bebiendo otro sorbito, cuando la puerta y entró otro chico. Médico, por lo que parecía, y Enrique tampoco le conocía. Así que tampoco llevaría mucho tiempo en el hospital. Se presentó al entrar y miré hacia él.
- Mira, otro como yo. Soy Daphne, y me incorporo hoy. - Me presenté después yo, como es obvio, y le sonreí. Al parecer aquí hay incorporaciones de personal cada nada. Mejor, así no me sentiré tan perdida como imaginaba...